Soy Tu Silencio

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martes, 1 de enero de 2013

SUEÑO Nº 2

de SOY TU SILENCIO, el Sábado, 29 de diciembre de 2012 a la(s) 21:53 ·

Recuerdo cuando la revancha entre coches y conductores por caminos a veces con cierto riesgo,
era algo frecuente entre los de mi generación e incluso algunas generaciones a la baja y a la alta…


  Claro, no sabíamos lo que era una autovía,
y las autopistas apenas eran accesibles para la mayoría.
Parece ser,  que la prisa y la insistencia por alcanzar un destino cuanto antes,
era la única opción que el ego del conductor pactaba con el pedal del acelerador.
No sin temeridades, peligros y riesgos como el mayor de todos “Perder la vida en dicha aventura”.
Llegar antes era más importante que llegar a tiempo…!!

 Y por tanto,
así como el vehículo que hallábamos en nuestro camino y misma dirección era de obligado adelantamiento,
el que aparecía por detrás,
era la justificación perfecta para hundir nuestro pie derecho hasta el fondo del acelerador…
y todo ello con el riesgo que desde luego, parecía no podíamos intuir.
¡¡Cuanta suerte para muchos!!
Salir ilesos de esas caprichosas y absurdas reacciones…

 ¿Quién no había tomado el camino equivocado más de una vez, por tal de no ser adelantado…?
Perdiendo así todo el tiempo que… “dicho fríamente” habría recortado en sus prisas.

 ¡¡Y eso me lleva a dos reflexiones…!!

 Aunque ahora tengamos incontables autovías y las prisas sean las mismas o más quizá,
los motivos son diferentes.
Las habilidades ante las adversidades de la calzada y el control de los cinco sentidos en cada maniobra,
creaba lo que diríamos altos índices de adrenalina.
Igualmente el gran peligro que ello suponía.

 Hoy, para ser sinceros, no hay competencia en el adelantar,
sino en demostrar que llevas el mejor coche.

 Ya no tiene sentido posicionar el velocímetro de nuestro vehículo en el número 180.
Hoy día prácticamente casi cualquier coche alcanza esa velocidad,
con lo cual deja de ser competitivo a la vez que nos posicionamos en situación de alto riesgo…

 Existe una segunda circunstancia metafórica y reflexiva para mi…
Si cuando la experiencia te ha demostrado que la vida es un trayecto con solo un final y jamás sabes donde queda ese final…
si alguien va en tu misma dirección…

 ¿Qué sentido tiene ir detrás o delante de ese alguien…?
¿Acaso no es más sensato transitar al unísono…?

 Quizá haya que compartir experiencias, o simplemente observar… y que te observen.
 El tiempo lleva su camino…
En ese peregrinar nos hacemos mayores, pero no en vano.

 La Evolución consiste en aceptar las locuras que hemos hecho
a pesar del riesgo existente…
¡¡A veces Mortal!!...
Nos hacen ver las autovías del mañana.
Y cuando entramos en las autovías del mañana, que son las del hoy presente…
Comenzamos a ver un camino donde a pesar de divisar a mucha más distancia que antes,
tampoco divisaremos el final…

 Pero existe algo que antes era inviable.
El saber de las experiencias,
de los fracasos,
de las adversidades,
del peligro
e incluso del Propio Amor…

 Todo se torna de color paciencia.
Nuestro vehículo ralentiza la marcha…
Bajamos el cristal de la ventanilla y aspiramos nuevas sensaciones.
Hacemos un cambio importante.
Permitimos relajar nuestro pie derecho
mientras nuestra mente reflexiona sobre la velocidad que impulsamos a nuestra propia vida…
A veces combinamos el paisaje con la sensación de alguna melodía favorita y la experiencia se hace estremecedora.
Otras veces preferimos el silencio para dejar huérfano al pensamiento,
solo escuchar el aire que con sutilidad acaricia el rostro.

 Tomo el volante de mi vida en una nueva ubicación.
Lo hago con paciencia, sin prisas…
No importa el consumo de mi vehículo,
tampoco la apariencia.
No temo por la dirección a seguir.
No me interesa saber quien va detrás o quien ha transitado el camino antes que yo.
Mantengo el cristal de la ventanilla bajado y mirando al cielo con paciencia,
y sin esperar... solo se me ocurre una cosa…
¡¡Algún día... Llegaré a Mi Destino!!

Guillermo González. Diciembre de 2012

¿SUEÑO O REALIDAD...?

de SOY TU SILENCIO, el viernes, 28 de diciembre de 2012 a la(s) 23:27 ·

... Hoy he despertado recordando nítidamente un sueño.
Un sueño noctámbulo, que el subconsciente me ha hecho llegar con absoluta claridad en las sombras de la noche.
Metáfora o no, me atrevo a hacer una descripción de su significado en mi Vida o Existencia. Que cada cual le otorgue el suyo propio…


El Sueño:                                                                                            
No sabría precisar el momento del día en el que se desarrollaba la escena, así mismo el lugar exacto. Tal vez una estación de servicio o quizá una zona de peaje, con un aspecto similar a una terraza con mesas y sillas según recuerdo...
Tenia que abonar a alguien que allí estaba, una cantidad que tampoco recuerdo… saqué del bolsillo de mi pantalón un billete de cien euros y al ir a pagar lo deposité en una especie de muro bajo. Con la mala o buena fortuna que este se lo llevo una gran ventisca que me sorprendió en ese justo o injusto momento. Obviamente salí corriendo sin pensarlo, para alcanzar dicho billete de cien euros (como no iba a hacerlo) eran cien euros por dios.
Mi gran y desilusionante sorpresa fue al observar que justo donde esa gran ráfaga de aire se había llevado mi billete, habían miles o quizá cientos de miles trozos de papel de todo tipo, una especie de estercolero de papel, algunos más sucios que otros, donde no se hacia cómodo diferenciar entre ellos…
Dios mío que chasco…!!!  
¿Cómo iba yo a encontrar entre toda esa basura mi billete de cien euros?
Pero desde luego, tenía que intentarlo, porque de hecho era la totalidad de dinero del que disponía, y tenia un pago pendiente…
Bajando por el extremo de un corto acceso hacia donde supuestamente se hallaba mi billete, comencé a buscar… mirando al suelo así como hacia los lados. No tardé mucho cuando… ¡¡ Sorpresa ¡!
Me encontré un billete, pero cual fue mi asombro que era un billete de cincuenta euros.
¡¡ Vaya !!
Seguí buscando y muy pronto encontré otro billete, en esta ocasión era de veinte euros. ¿ veinte euros?.
Otra vez  ¡¡ Vaya !!
Y muy cerca de ese lugar sobre mi parte izquierda y a una altura de un metro y medio aproximadamente…
¡¡ Aleluya !!  
Percibí un billete de “Cien Euros” medio dejándose caer y algo tapado… sigo amontonando los billetes en mi mano de forma como cuando se desean mantener con ansia… Incluso arrugándolos en la propia mano. El siguiente billete que encontré era de diez euros y seguidamente otro de cinco. También me agaché a coger un cilindro de papel con monedas en su interior ( de estos que te dan en el banco cuando vas a cambiar por billetes…).
Coloqué en mi bolsillo el cilindro de monedas, así como todos los billetes amontonados y arrugados. Subí una especie de inapreciable rampa situada en el extremo opuesto por el que entré, y este daba acceso al lugar de donde salí.
Creo recordar que le ofrecí un billete de veinte euros a la persona que allí estaba, al parecer no fui el único al que se le voló un billete…  
No recuerdo más de esta historia, pero lo que si recuerdo con suma claridad fue el sentido de la misma, es decir; La Metáfora que para mi daba sentido a la historia justo al despertar de la misma…


La Metáfora:                                                                                             
El billete de cien euros simbolizaba o representaba en si, Algo Importante para mi. Quizá una Cosa o Persona, un Lugar o Situación, un Bien o incluso el mismo Billete.
Algo que se teme a perder y por lo cual obviamente me preocuparía deshacerme de ello.
Sin saber porque aquella Ventisca y de forma inesperada quiso mostrarme el valor que se esconde a veces en el interior de la Incertidumbre.
Es decir; Lo más común es preocuparme por algo que he perdido o pienso que puedo perder.
Sin Embargo pocas son las ocasiones en las que pienso que dejando que precisamente “Eso que Deseo y Temo Perder” Me lleve sin temor donde haya o tenga que ir…  Quizá tras su destino (que es el mío sin obstrucción) Allí se oculten los más increíbles Tesoros que forjan Mis Sueños más Íntimos… Y justamente lo que tanto mi Ser, como mi Persona demandan en esta Vida o Existencia…
Por eso, una Confianza más se hace hoy en mí. Y no porque crea o deje de creer en los sueños noctámbulos, (eso es irrelevante). Sino porque esta Metáfora tiene sentido… Mucho Sentido.
Voy a dejar de obstaculizar mi propio Destino…
¿Como?  
Dejando que todo sea como ha de ser y sin interferir en la Adversidad que me pueda llevar a la  Preocupación…
Todo Es Perfecto como Es.
Todo Sucede por Alguna Mágica a la vez que Extraña Razón que Desconozco y a pesar de ello le Otorgo Toda Mi Confianza…!! 
Tal vez algunos o quizá demasiados momentos en la vida se asemejen a un gran estercolero… Pero mi obligación es saber observar en ese estercolero y hallar “Mis Piedras Preciosas…”
¿Sueño o Realidad…?

Guillermo González. Diciembre de 2012